Mami quiere a su niño. Y tu papi también te quiere. Y el mar puede parecerte agradable, niño. Y el cielo puede parecerte azul. Oh, niño. Oh, niño triste. Oh, niño. Si fueras a patinar sobre el fino hielo de la vida moderna, arrastrando tras de ti el silencioso reproche de un millón de ojos llenos de lágrimas, no te sorprendas cuando una grieta en el hielo aparezca bajo tus pies. Emerges de tu abismo y sales de tu mente dejando atrás tus temores mientras rompes el fino hielo.
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